martes, 29 de octubre de 2013

CURSO: SOMMELIER DE TÉ.

 La semana pasada tuve la suerte y el placer de asistir al curso de tea sommelier en Barcelona impartido por Victoria Bisogno.

Fue una semana intensa con un montón de cosas nuevas para aprender, reaprender y sobrer todo: desaprender.

Por un lado tuve la oportunidad de catar y acercarme a una amplia variedad de selectos tés y aprender, practicando, su correcta preparación, usando en todo momento cronométro via reloj de arena y termómetro. Afiancé los conocimientos adquiridos de modo autodidácta y lo más importante: desaprendí errores adquiridos que una ha ido incorporando en su andadura por este maravilloso mundo de sabores y aromas. Muy importante el descubrimiento del Pu Erh como Dark tea, y no té rojo.....y la desmitificación de no utilizar agua hervida por la pérdida de oxígeno: error....
La puesta en escena de la ponente fue muy didáctica y amena. Para mi, que soy muy visual, su forma directa de exposición y su gesticulación es de gran ayuda para mi precaria memoria.
El soporte del libro, escrito por ella con Jane Petigrow, un acierto porque es un buen guión para desarrollar clases y cualquier tratado sobre el té.
Las clases fueron muy amenas visualizando videos y fotos donde Victoria aparece formando parte de la explicación a presentar. Me parece importante ver que quien imparte la clase ha vivido en directo lo que te está contando, porque asi : transmite.

Lo más importante: las catas.
Desarrolladas con toda la experiencia de una gran profesional. A mi me habría gustado dedicar más tiempo y catar más tés, pero las que hicimos estuvieron muy bien. Como a mi siempre me tiene que pasar algo, cogí un catarro impresionante, por lo que mis cualidades olfativas quedaron un tanto mermadas, pero me he dado cuenta, que aunque sin estar al cien por ciento en mis posibilidades conseguía detectar bastante bien aromas y sabores y que el esfuerzo que hice para mejor catar, creo que me va a servir de mucho par una vez que esté  recuperada, catar todo mejor y con más facilidad.
Digamos que este percance fué para bien.
De momento no he comenzado a probar todas las cajitas con muestras que nos han dado.... pero ya tengo ganaaasss.

Otra de las cosas positivas que me ha aportado este curso es el contactar con otras personas que están implicadas en este mundo. Ha sido toda una sorpresa encontrarme con Sonia, de una tientda y bonita tetería de aquí de Pamplona. La verdad, es que aún siendo competencia, hemos congeniado muy bien y posiblemente sigamos haciendo catas en común para presentarnos al examen que nos acredite como sommeliers de té.

 Como podeís ver he venido encantada y con muchas ganas de ir haciendo cosas nuevas. Una gran inyección no solo de aprendizaje y confianza sino también de ilusión y esperanza. Hasta me ha quedado con rimaaaaa....
 Ahora: A trabajar!!!

miércoles, 16 de octubre de 2013

PEQUEÑO GRAN LIBRO DE TÉ



El lunes 7 de octubre terminé mi primer curso de los talleres del té: acércate al té. Al ser el primero que he impartido siempre será especial, pero además ha sido muy especial por las personas que han participado en él. El espacio con el que he contado no es muy amplio, tenia sitio solo para 6 personas y pude contar con 4 alumnas estupendas. No tenían relación entre ellas y creo que eso ha hecho que fuese más rico. Las cuatro han sido mujeres jóvenes, y aunque no hemos comentado aspectos de nuestras vidas personales, y evidentemente aquí tampoco yo iba a plasmar nada de eso, ha sido muy interesante porque cada una hemos aportado nuestra visión y nuestra manera de entender el mundo.
Una de estas mujeres es ecuatoriana y nos hablaba de la cultura ancestral herbolera que aún hoy conservan los indígenas de la selva, pero como lamentablemente los gobiernos piensan más en intereses económicos y como poco a poco todo ese bagaje cultural va desapareciendo en favor de la creación de industrias y explotaciones por parte de multinacionales que no respetan el modo de vida de estas gentes, ni sus costumbres ni el idilíco entorno que habitan.Son pueblos indígenas que ni saben de la exixtencia del hombre blanco supuestamente civilizado, y a cuyos helicopteros,disparan dardos con sus cerbatanas pensando que así pueden defenderse de esta barbarie que los aniquila.
Otra de las chicas se dedica a la salud y tiene conocimientos de acupuntura y temas relacionados con la cultura oriental. Es una chica muy extrovertida con un marcado interés por la estética, así que a la hora de hacer fotos del curso ella era la encargada de hacer la puesta en escena.
Una de stas alumnas hizo un cambio de look sorprendente, de tal manera que al ver  las diversas fotografias tomadas a lo largo del taller parece que haya dos alumnas diferentes.Por los posos del té, que en una de las clases nos atrevimos a interpretar, está en pleno proceso de cambio, así que espero que el té forme parte de ese  cambio porque ella no era gran consumidora.
La cuarta mujer de este grupo venía desde un pueblecito cercano y ha tenido su mérito porque ha habido días que hemos terminado un poco tarde y ella tenía que hacer sus kulometros para llegar a su casa. Es muy amante de  los animales y desde hace poco tiene un cachorrito de perro con el que está muy volcada. Ella si toma té habitualmente y se compró una tetera de cristal para poder observar todo el infusionado de las hojas.

El último día me prepararon una sorpresa y me hicieron el regalo de este pequeño gran libro artesanal hecho con apuntes de clase. Me enmarcaron también una de las fotos más bonitas con los kanjis de "taller de té", y una de ellas elaboró un brazo de gitano salado con té matcha y unas tartaletitas de frutas con el té verde mil templos de China. Estas chicas han aprendido un montón y yo con ellas. Ha sido un lujo y un placer compartir estas sesiones, sobre todo porque han sido las primeras, y era muy importante que la experiencia fuese positiva, y ha sido todo un descubrimiento y me ha aportado mucha confianza en mim misma y muchas ganas de trabajar en este sentido, ha sido una inyección de ese ánimo y esa buena honda que en estos momentos tanto bien nos hace a todos. Desde estas lineas mi agradecimiento Laura, Clara, Adriana y Paula.

sábado, 12 de octubre de 2013

SAQUITOS PERFUMADOS CON TÉS PARA LOS ARMARIOS.


Ahora que parece que el otoño comienza a instalarse entre nosotros, y aprovechando que este fin de semana es un poco más largo de lo habitual, quizás sea buen momento para ir haciendo un cambio en la ropa de estación. Al menos aquí en el norte, esto es bastante necesario, y además pasamos del calor al frio en un plazo de tiempo muy corto, así que vamos a organizarnos con nuestro armario y a plegar tejidos ligeros y tirantes.
Un buen sistema para mantener perfumada la ropa que nos va a esperar hasta la primavera, es colgar entre las perchas y distribuir entre los cajones saquitos de tela donde habremos colocado tés y plantas aromáticas que harán que nuestra ropa tenga un olor a naturaleza y encanto y no a la típica naftalina que tanto penetra y perturba nuestro olfato. Si además de té, plantas y flores añadimos especias, alejaremos mejor a las polillas.
Con cualquier tela que tengamos por casa podemos crear bolsitas muy cucas que darán un toque alegre al lugar donde los coloquemos.
Los tés que yo sugiero para hacer estos saquetes son: Taj Mahal, Tibetano, Jazmín, Mil Templos de China y Yogui Tea.
El té negro Taj Mahal está compuesto por: cáscara de cítricos, especias y rosas.
El Tibetano es un té rojo con: rosas, malva, flor de granada y flor de  jazmín.
El té verde de jazmín está acompañado por un sinfín de florecitas blancas de jazmín.
El té Mil Templos de China es un té verde con unos preciosos capullos de rosas. Este té queda también muy bonito como adorno en un platito.
El yogui tea es una mezcla de especias: canela, cardamomo, clavo, jengibre y pimienta.
Una vez que los hayamos colocado en su sitio, de vez en cuando podemos pinchar la tela con un alfiler para que el perfume se expanda mejor. Esto  podemos hacerlo cada  10 días, y de esta manera mantendremos mejor aromatizado el armario hasta la próxima estación y cambio.
Así que hay un poco para todos los gustos....elijais lo que elijais vais a acertar...Con que manos a la obra!!!

viernes, 11 de octubre de 2013

TEA TIÑIENDO CON CÚRCUMA Y TÉ.

Me hace especial ilusión que personas tan creativas como Gabriela,que comercializa sus creaciones como "Tea en la azotea", estén interesadas en los tintes naturales a través del té y las especias.
El té da una tonalidad especial a los paños de algodón blanco. Les confiere un tono entre marfil y caramelo claro con un toque de sabor de antaño muy muy especial.

 Para hacerlo hay que llevar a ebullición en 1 litro de agua unos 4 ó 5 saquitos de té negro, es decir unos 10gramos más o menos. Meter el tejido en la olla con el té y el agua muy caliente y mantener  unos 10´ removiendo constantemente para que el té impregne su tonalidad por toda la tela .
Bajar a fuego medio y seguir con el proceso 10´más,
 para terminar poner la temperatura a fuego suave y de  nuevo 10´ de cocción.
Una vez hecho esto, aclarar con abundante agua fría para que si en algún punto hay un exceso de té pueda ser eliminado y que el tinte quede extendido por igual en toda la tela.

El proceso para tintar con cúrcuma no lo sé muy bien. Parece que lo indicado es hacerlo con tejidos de lana y en agua fria. En concreto Gabriela la quiere para teñir lana y conseguir un tono de amarillo más natural para el  cabello de sus muñecas, porque las lanas amarillas por lo general son un poco "amarillo pollito.
La cúrcuma se ha utilizado desde hace siglos como tinte.En India,el novio obsequia a la novia con un trozo de lana tintado con cúrcuma y anudado al cuello a modo de collar como símbolo de fertilidad, y los monjes budistas teñían sus mantos y túnicas con ese color tan maravilloso y sagrado con esta especia.
Es sorprendente descubrir que estas plantas además de sus beneficios para la salud a la hora de tomarlas, nos aporten también sus propiedades en otros usos, sobre todo teniendo en cuenta que muchos de los productos químicos que se utilizan para dar color a  los tejidos son cancerígenos. Habrá que volver a las raices, y en el caso de la cúrcuma, nunca mejor dicho, para poder vivir más armónicamente sin lastimar ni a la tierra ni a nosotros mismos.