Mi hijo y su cuadrilla de amigos, en la celbración de Noche Vieja, se van a disfrazar de "príncipes azules" in cluida la cara pintada del mismo color.
Para su cena les he regalado un paquetito de uno de los más delicados cafés: Volcán de Oro, el más gourmet de los cafés de Guatemala, exquisito y balanceado por la altitud de su tierra y su composición volcánica. Ahora bien, mi duda es ¿Lo apreciarán entre juerga y cava...? espero que sí.
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