sábado, 17 de septiembre de 2011

Apapachando con bergamota.

Es una mañana preotoñal,gris y un tanto insolidaria. No hay clientes, y los comerciantes de las tiendas contiguas lamentándose de este desastre fianciero de crisis en los bolsillos, en las gentes,y lo peor, yo creo que también en las almas.
Es ya mediodia, y sólo he vendido un aceite esencial de bergamota.La chica que lo ha comprado por lo menos es simpática y me ha deseado un buen fín de semana.Va a alegrarse el día añdiendo este aceite a un postre, y poniendo unas gotitas en una bombilla para ambientar su casa.Yo también quemo estas esencias para que aquí sólo venga gente buena, y parace que lo voy consiguiendo, porque ha comenzado a entrar gente, y cada uno me viene a contar su historia bonita: de Ucrania, Igor y su madre me hablan de sellos y delfines, y una chica que primero compra tés, vuelve por caramelos de violeta. Me dan ánimo, y me dicen que no me desespere, que los sábado la gente quiere descansar, y no se levantan hasta muy tarde... así que, he comenzado este escrito con lamentos, pero acabo con una sonrisa, porque además me ha llamado mi amiga Idoia, que la "apapacharé" el lunes , que viene desde Barcelona, y me ha hecho un encarguito para cuatro amigas... así que termino la mañana más animadita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario