sábado, 17 de agosto de 2013

MOSTAZA




 El consumo de la mostaza se remonta a hace 4.000 años, cuando los sirios y los sumerios hacían uso de ella. En el Antiguo Testamento es citada en varias ocasiones como símbolo de fé, ya que de una minúscula semilla crece una planta que puede llegar a medir 2 metros de altura. Griegos, romanos y egipcios la utilizaron con fines medicinales.

El término mostaza deriva del latín mustum, mosto, porque los romanos en un principio la mezclaban con zumo de uva.

En la Edad Media se propagó su utilización por su fácil cultivo y porque servía muy bien para conservar alimentos.En el siglo IX comenzó a elaborarse en Francia la salsa de mostaza.

Existen 3 variedades: la negra, de sabor pronunciado, la parda que es de origen oriental y es la que se suele utilizar en la cocina japonesa, y la blanca de sabor más suave.

La mostaza es una de las semillas que los colonizadores españoles llevaron a América. En las misiones de California, los misioneros creraban sus misiones a una distancia de un dia de caballo entre una y otra. Para reconocer los caminos, plantaban en los bordes de los mismos semillas de mostaza, y son los que se conocen aún en la actualidad como " Los senderos de la mostaza".

Las semillas de la mostaza contienen un 10% de proteínas y un 35% de grasas ricas en ácidos linoleico y linolénico. Estos se reducen un tanto cuando se elaboran las salsas, pero aún así, se siguen manteniendo sus propiedades.Asi mismo tienen también un impoprtante aporte de minerales: hierro, yodo, calcio, flúor y magnesio. Su contenido en azúfre tiene una acción protectora frente a dolencias degenerativas y el cáncer.

La mostaza estimula las papilas gustativas y abre el apetito, no es recomendable para personas que tengan delicado el estómago.
Los granos de mostaza no pican cuando están secos porque sus enzimas se activan cuando entran en contacto con un líquido.

La mostaza funciona muy bien de forma externa mediante emplastos que se colocan sobre la parte dolorida. Los famosos parches " Sor Virginia" lo contenían en su composición, y el enrojecimiento que producían en la piel es lo que realmente llegaba a calmar el dolor. En caso de resfriados también se pueden aplicar, ya que este mismo enrojecimiento aumenta la circulación de la sangre y alivia los síntomas del constipado. Al aplicar sobre el pecho hay que tener mucho cuidado con la zona de los pezones.

Actualmente la mostaza se utiliza sobre todo por sus cualidades gastronómicas, y se emplea en las famosas salsas de mostaza, especialmente conocidas son las francesas como la de Dijon, la de Meaux o la de Burdeos.Puede también mezclarse con otras salsas como la mayonesa, holandesa, vinagreta....
Para utilizarla es preferible molerla previamente y después hacer una pasta con agua para poder disfrutar de todo su sabor. Otra manera de utilizar las semillas es tostándolas en una sartén y de esta forma toman un sabor parecido al de la nuez que contrasta muy bien con su nota picante, y una  vez tostadas se muelen. Si queremos que el tono picante se note en el plato añadiremos la mostaza al final de la cocción, ya que el calor destruye en parte ese picor, si por el contrario no queremos que este picante sea tan marcado lo ponemos al comienzo para que lleve un tiempo de cocción y pierda intensidad.
Es una especia que acompaña a platos de verdura, pescado, arroz, queso, carne...
Otra manera de consumirla es germinando sus semillas. La mostaza es de la familia del berro y tiene un sabor parecido aunque más intenso. Simplemente hay que humedecer las semillas durante unos dias para que estas germinen y podamos añadirlas a las ensaladas.
En algunas zonas de América se come la hoja de mostaza hervida o cruda si es tierna. En Inglaterra y Bangladesh se suele emplear el aceite de sus semillas oleaginosas para cocinar.

Así es que un toque de mostaza además de condimentar nuestros platos, aporta importantes beneficios a nuestra salud.

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