jueves, 3 de noviembre de 2011

MOSTILLO.

Entre el surtido de mermeladas de la marca Elasun que vendo, se encuentra el mostillo.
La verdad es que yo no lo conocía hasta que lo ví reflejado en el catálogo de Elena y Asun.
En general mis clientes tampoco lo conocen, pero sí saben de él las personas que ya tienen cierta edad, y de hecho un sábado entró una señora de unos 80 años que se emicionó al verlo, porque por un momento volvió a su infancia.
Ella me contó que era de la zona de Tafalla, y que cuando era muy pequeña, al llegar la época de la vendimia iban a las viñas y cogian las uvas más maduras. Con ellas hacían el arrope , que consistía en hacer un mosto, que una vez filtrado, ponían a hervir hasta que se reducía a la mitad. Con este arrope elaboraban el mostillo. Sus hermanas y ella que eran muy pequeñas se dedicaban en esas primeras tardes otoñales a picar frutos secos: nueces y almendras basicamente. Se ponía a cocer el arrope y se le añadían estos frutos secos, corteza de naranja, un poco de corteza de pan y harina para que espesase. Esta mujer me comentaba con añoranza, que aún siendo algo que elaboraban en casa, sólo lo tomaban en las grandes ocasiones, bien como postre o con pan como merienda, y que aunque era un poco pringoso y acababan con las manos muy pegajosas, les sabia "a gloria bendita" .
Ni que decir tiene que adquirió un tarro de mostillo.  A los pocos días vino a decirme que le había parecido delicioso, que ellos en su casa le daban una consistencia más sólida, pero menos delicada, y el sabor era igual, el que lla recordaba, y que por supuesto seguirá comprándolo ahora que sabe donde se vende: en Tishana.
El amigo Alberto, que es de La Mancha, me ha comentado que allí se sigue haciendo, pero que lo hacen con miel, y la consistencia más que de mermelada, es de flan. Gente de Extremadura también me ha comentado lo mismo.
El mostillo, para mí, ha sido un gran descubrimiento que invito a probar.

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