lunes, 29 de abril de 2013

CLAVO DE OLOR: "LENGUA DE PÁJARO"


Esta especia de una forma tan peculiar, recibe su nombre porque recuerda extraordinariamente a los clavos oxidados.
Son los capullos florales del árbol del clavo.
Su origen está en las islas Molucas, aunque actualmente su cultivo se ha extendido por todo el mundo, siendo en estos momentos Madagascar el mayor productor de esta especia.
La recolección del clavo se desarrolla de septiembre a febrero, y la recogida se hace vareando como en el caso de las nueces y las aceitunas. Los clavos más valorados son los que caen más maduros y se dejan secar directamente en la tierra.
Desde la antigüedad es una de las especias más valoradas por la que los navegantes viajaban a través de millas a las islas de las especias para traerla a los comerciantes, que a un alto precio, especulaban con ellas.
Su uso en oriente se remonta a la más mítica antigüedad, y en China los representantes extranjeros debían presentarse ante el Emperador masticando clavos para evitar malos olores. Los chinos llamaban al clavo  "lengua de pájaro".
A Europa no llegó hasta el siglo V.
El emperador Constantino quiso agasajar solemnemente al obispo de Roma, y para ello llenó una copa de oro con clavos de olor, siendo el valor de los clavos superior al de la copa dorada.
En las islas Molucas, en Indonesia, antiguamente cuando nacía un niño se plantaba un árbol de clavo y la suerte del niño iba unida toda la vida a la de la evolución del árbol y su especia.
Esta especia ha tenido un alto precio hasta hace bien poco, y a comienzos del s. XIX los holandeses para hacerse con el monopolio del cultivo, quemaron practicamente todas las plantaciones para evitar su comercio por parte de ingleses y franceses. Los nativos vivieron esto como una gran afrenta a su cultura y tradiciones y montaron una gran rebelión que fue el inicio del declive holandés en las islas.Lo peor de este hecho fue que se modificó el aspecto ecológico de esas tierras. Afortunadamente un grupo de franceses 
consiguió sacar varias plantas que consiguieron cultivar en diferentes puntos del mundo, gracias a lo cual hoy podemos benficiarnos de las cualidades de esta maravillosa especia.
Desde la antigüedad se han conocido las propiedades antibióticas y analgésicas de esta planta, especialmente en problemas dentales, por lo que se utiliza frecuentemente en la composición de colutorios bucales  y forma parte de los antisépticos que utilizan los dentistas. En molestias de muelas...es muy útil colocarse un clavo sobre la pieza bucal dañada para paliar el dolor.
En gastronomia su empleo se produce tanto en platos salados como dulces. Generalmente va unida a otras especias. Forma parte de muchas galletas, panes..y como condimento en platos salados se puede añadir a la salsa besamel, carnes... y en las legumbres aporta su cualidad digestiva haciendo que la digestión de las mismas sea más liviana.
En Indonesia se añade al tabaco para formar unos cigarrillos llamados kreteks.
Su sabor es intenso, algo picante con retrogusto un tanto dulce.
Yo la utilizo sobre todo en bizcochos y en las galletas de jengibre. El que vendemos en Tishana es ecológico y de alta calidad, con un par de clavos aromatizas cualquier preparación.Ah! y en los días de calor pongo varios clavitos en medio limón para repeler a los mosquitos.

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