miércoles, 25 de abril de 2012

LA NEGRA DAMIANA

Damiana Santa Clara, ( que ni santa ni clara) es hija de la mama Inés y del zambo Manué.
Vive en la Montañas azules en la isla de Jamaica.
 Tiene una pequeña plantación de café en su haciendita "Las Pirámides", donde cultiva un riquisimo café al que ha denominado "El Faraón". Pudo comprarse la hacienda gracias al dinero que consiguió de la venta de un velero que le dejó como recuerdo un amante gringo, que además de esta herencia, le obsequió con lo mejor de la vida, sus dos hijo gemelos, varón y mujer que hoy tienen 17 años. Damiana es una apasionada de la egiptología y de cualquier ritual y tiende a mezclarlo todo y hacer de esta mezcla su oración, así es por ello, que sus hijos se llaman Ramsés del Santo Sepulcro y Esfinge Meliá.No hubo manera de convencer a Damiana de que Esfinge no era nombre de mujer, ya que ella las fotos que ha visto donde aparece el impresionante monumento ha observado que ahí mismo aparece una cara fememnina, y ella para su hija quería una imagen de ese rango y fuerza. Damiana sabe muy bien que la vida es dura, y como considera que el nombre de uno imprime carácter, nada mejor de llamar a una hija Esfinge. Esfinge a sus 17 años ha acertado haciéndose llamar "Finyi".
Los dos hijos de Damiana a pesar de ser gemelos, salvo el momento del nacimiento, nada más tienen en común. Ramsés es mulato-negro con unas rastas que le llegan casi a la cintura y con unos intensos ojos oscuros que impresionan cuando te hablan de la santería, su gran pasión y en cuyos rituales se está iniciando para que se le suba y se le monte el Santo. Por el contrario Finyi es una gran estudiante que tiene como objetivo dedicarse a la medicina, y contribuir entre otras cosa, a que a Damiana le deje de atacar un "viru" en singular, y convencerle que sólo tiene un páncreas masculino por más que la palabra acabe en a y s, pero es que la lógica de Damiana es muy lógica, por consiguiente, ella con un viru tiene bastante para coger una gripe, y las páncreas que tiene a veces se descompensan y le sube el azúcar,siendo una tragedia con lo que a ella le gusta el guarapo.Finyi tiene los ojos claros, como el gringo, por lo que es una mulata blanca, más bien "jabaá". La negra Damiana es una gran bailona, y sus trajes y atuendos son los más espectaculares de toda la isla. Tiene una mano especial para la costura y las plantas. Sus vestidos son totalmente artesanales. Ella parte siempre de una sábana blanca y una vez cortada a su talle y medida comienza a esbozar la parte más artística. Con recortes de otras telas, plásticos, flores, conchas de la playa.... lo que sea, hace un collage tan espectacular que sus confecciones merecerían estar en Getaria acompañando a los modelos de Balenciaga. Cuando mueve su cintura con sus creaciones tan profundas, la tierra tiembla y acompaña su sensual ritmo. Además de café, Damiana cultiva en su hacienda plantaciones de muira puama y una planta muy especial a la que ha bautizado con su propio nombre "Damiana". Son los ingredientes del té afrodisiáco de Tishana, así que una vez cursada la carta de invitación, aquí tenemos a la negra Damiana ofreciéndonos su rico café "Blue Mountain" y su especacular té. Como esstá acostumbrada al ser el centro de las miradas de todo el mundo su ubicación ideal ha sido uno de los escapartes en la Calle Zapatería 11. Está encantada de saludar a todo el que se acerca a contemplarla, así que si te animas y quieres conocerla, durante estos días Damiana te espera en Tishana. Estará un tiempito, hasta que escuche el toque de tambor del jembé y tenga que salir rapidamente para fundirse con su tierra. Eso sí, nos dejará su té y su café para degustar, para vibrar, para soñar, para gosaaaarr.

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